Fecha: 9 de Noviembre del 2010
QUIQUE GONZÁLEZ
Por fin llega la fecha esperada; y a pesar de ser Martes, todo el Teatro Principal estaba hasta los topes de kamikazes ávidos de sangre caliente. Todos expectantes y ansiosos por ver por primera vez o de nuevo al maestro, al Kid; a Quique González.
Comienza de manera tímida e íntima; él sólo, al piano y después a la guitarra con dos homenajes a otros dos grandes del oficio: José Ignacio Lapido y Enrique Urquijo; con Algo me aleja de ti y el legendario Aunque tú no lo sepas.
En las cuatro siguientes canciones, nos va presentando a los cuatro miembros de su banda; introduciéndo uno a uno, canción a canción, hasta completar el quinteto con Quique a la cabeza; Doble Fila, Día de Feria (el teatro se inundó de aplausos nada más escuchar el primer acorde), Palomas en la Quinta y La Ciudad del Viento (dónde aprovechó para hacer alusión a su última visita a Zaragoza y dar las gracias a todos los asistentes)
Comienza de manera tímida e íntima; él sólo, al piano y después a la guitarra con dos homenajes a otros dos grandes del oficio: José Ignacio Lapido y Enrique Urquijo; con Algo me aleja de ti y el legendario Aunque tú no lo sepas.
En las cuatro siguientes canciones, nos va presentando a los cuatro miembros de su banda; introduciéndo uno a uno, canción a canción, hasta completar el quinteto con Quique a la cabeza; Doble Fila, Día de Feria (el teatro se inundó de aplausos nada más escuchar el primer acorde), Palomas en la Quinta y La Ciudad del Viento (dónde aprovechó para hacer alusión a su última visita a Zaragoza y dar las gracias a todos los asistentes)
Las siguientes tres canciones fueron un pequeño repaso a su último disco, Daiquiri Blues; el público poco a poco iba perdiendo la timidez y empezaba a corear el estribillo de Nadie podrá con nosotros, seguido de Cuándo estés en Vena y el magnífico Deslumbrado.
Tras "agarrarnos por dentro", sacó a relucir su parte más enamoradiza y melancólica, con Bajo la Lluvia y Kamikazes Enamorados, sin duda rematando emocionalmente a todos los asistentes del concierto; pues al terminar ambos temas se pudo oir un suspiro generalizado a lo largo y ancho del teatro, así como un sinfín de aplausos.
Otro poquito de daiquiri mezclado pero no agitado, con Hasta que todo encaje y la canción que da título al disco, el propio Daiquiri Blues. Al finalizar este último tema, Quique optó por darle un poquito más de marcha al asunto con Avería y Redención, Te lo dije (con un final la mar de curioso, con un cierto toque de blues americano muy interesante), Vidas Cruzadas (el público se desvivía por cantar a viva voz cada palabra de esta gran canción) y quizás el tema más rockero de su último disco, Restos de Stock.
Fue entonces cuándo salió a relucir otras de las joyas de la corona y "persiguiendo sueños imposibles, nos bañó en salitre", canción que terminó con un trocito cantado en inglés que decía así "All I want is for you to make the love to me" (perteneciente a Beast of Burden de The Rolling Stones). Aqui se despidieron dándo las gracias a todos los asistentes y se retiraron a su aposentos.
Pero el público deseaba más, necesitaba más; y Quique lo sabía y se lo proporcionó delicadamente y con toques de jazz con su Riesgo y altura; después vinieron otras de su grandes y esperadas canciones, Pájaros mojados y Pequeño Rock&Roll (nombrando a Enrique Bunbury).
Finalmente le llegó el turno a La Luna debajo del brazo y a un inesperado antojo de Quique, Cuándo eramos Reyes, que hizo vibrar a todo el teatro, el cual le abrazó con aplausos; qué digo aplausos, con una ovación de al menos cinco minutos de duración, mientras Quique y el resto de su magnífico grupo se dejaban querer.
Otro poquito de daiquiri mezclado pero no agitado, con Hasta que todo encaje y la canción que da título al disco, el propio Daiquiri Blues. Al finalizar este último tema, Quique optó por darle un poquito más de marcha al asunto con Avería y Redención, Te lo dije (con un final la mar de curioso, con un cierto toque de blues americano muy interesante), Vidas Cruzadas (el público se desvivía por cantar a viva voz cada palabra de esta gran canción) y quizás el tema más rockero de su último disco, Restos de Stock.
Fue entonces cuándo salió a relucir otras de las joyas de la corona y "persiguiendo sueños imposibles, nos bañó en salitre", canción que terminó con un trocito cantado en inglés que decía así "All I want is for you to make the love to me" (perteneciente a Beast of Burden de The Rolling Stones). Aqui se despidieron dándo las gracias a todos los asistentes y se retiraron a su aposentos.
Pero el público deseaba más, necesitaba más; y Quique lo sabía y se lo proporcionó delicadamente y con toques de jazz con su Riesgo y altura; después vinieron otras de su grandes y esperadas canciones, Pájaros mojados y Pequeño Rock&Roll (nombrando a Enrique Bunbury).
Finalmente le llegó el turno a La Luna debajo del brazo y a un inesperado antojo de Quique, Cuándo eramos Reyes, que hizo vibrar a todo el teatro, el cual le abrazó con aplausos; qué digo aplausos, con una ovación de al menos cinco minutos de duración, mientras Quique y el resto de su magnífico grupo se dejaban querer.
- ¿Cuándo vas a venir otra vez por aquí? -
-.-.- LA LOCURA NOS SALVARÁ-.-.-
www.onlymusicinmylife.com
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